Los Templarios y las Sociedades Secretas

Les sociétés secrètes
Autor: Serge Hutin.Presses Universitaires de France, 1952.
1.

Introducción

Durante la Edad Media el esoterismo no dejó de caminar más o menos subterráneamente, a pesar de la lucha encarnizada emprendida por el Papado contra todas las herejías. Durante ese dilatado período,hubo gran número de organizaciones iniciáticas, algunas de las cuales trataban de mantenerse apartadas de las controversias teológicas, como el Compañonaje, otras eran francamente anticatólicas y depositarias de doctrinas heterodoxas. Doctrinas teosóficas de todas clases que se abrevaban en las más diversas fuentes, desempeñaron un gran papel: la Cábala o tradición hebraica; las doctrinas iluministas, en que reaparecen las antiguas tradiciones gnósticas; la alquimia y las especulaciones propiamente herméticas... Las corrientes ocultas de aquel período son aún muy mal conocidas, particularmente sus relaciones con las doctrinas orientalles: es conocido el papel desempeñado por las Cruzadas sobre el particular. (Sería interesante, en particular, estudiar los vínculos de la tradición hermética con el simbolismo utilizado por las órdenes de Caballería que se constituyeron en el momento de aquellas expediciones: los blasones usan abundantemente colores simbólicos.[1]






Las corporaciones

Entre las múltiples agrupaciones medievales, las más célebres son las Guildas o corporaciones de oficios, en las cuales existían ritos iniciáticos, y cuyos usos se perpetuaron hasta mucho después.La más sabia de esas Guildas era la de los «Albañiles»[maçons] , constructores de los palacios y de las catedrales, adeptos del Arte real que entonces era la arquitectura, y depositarios de antiguos secretos:«Con todo derecho puede afirmarse que la geometría esotérica pitagórica se transmitió desde la antigüedad hasta el siglo XVIII, por un lado a través de las cofradías de constructores (que a la vez se transmitieron, de generación en generación, un ritual iniciático en que la geometría desempeñaba un papel preponderante) , y por otro, por la Magia, por los rosetones de las catedrales y los pentáculos de los magos» [2]De esos «Maestros de Obra», de esa masonería operativa, nació la francmasonerí a especulativa. En cuanto al Compañonaje, cuyos diferentes «Deberes» rivales se repartían los picapedreros, los cerrajeros, los carpinteros, y que por lo demás subsiste hoy, numerosas novelas han popularizado las costumbres: los lazos y el bastón simbólicos; la «Vuelta a Francia»; los «cayennes», especies de mesones donde la «Madre» se ocupa del albergue y de la ropa de los compañeros...El rasgo común de todas esas Hermandades es la existencia de signos de reconocimiento, de ritos iniciáticos de afiliación, de tradiciones que llegan a la más remota antigüedad, algunas de las cuales se encuentran en la Masonería moderna, como la célebre leyenda de la construcción del Templo de Jerusalén por Hiram.


SOCIEDADES SECRETAS







La leyenda del Grial

El Grial [o Graal] es el vaso sagrado, la copa que, según la leyenda, sirvió en la Cena, y en la cual José de Arimatea recogió la sangre y el agua que manaban de la herida que la lanza del centurión Longino hizo en el costado de Cristo; parece que el propio José de Arimatea transportó luego el Grial a Gran Bretaña. Dicho vaso sagrado, que contiene el «brevaje de la inmortalidad» , aparece en gran número de leyendas medievales relativas a la «Búsqueda del Grial», es decir, a la busca de la Sabiduría perdida; todos conocemos la famosa Mesa Redonda construida por el Rey Arturo, siguiendo los planos del encantador Merlín, y destinada a recibir el Grial cuando uno de los doce caballeros llegara a conquistarlo, y lo llevara de Gran Bretaña a la Armórica. (La copa del Grial fue labrada por los ángeles en una esmeralda desprendida de la frente de Lucifer cuando éste cayó; confiado a Adán en el Paraíso terrenal, perdido después del pecado original, el Grial fue recobrado por Set, que pudo entrar al Paraíso terrenal, y luego por otros, antes de Cristo.) La pérdida del Grial es, en suma, la pérdida del Conocimiento, «perdido», o mejor, oculto y que se trata de volver a encontrar.[3]En esas tradiciones se entrevé un vínculo entre el esoterismo cristiano y la tradición céltica, es decir, druídica: sus orígenes son, por lo demás, bastante misteriosos. Todas esas leyendas parecen haber sido utilizadas por gran número de agrupaciones más o menos iniciáticas, y sin duda también por los albigenses.. .Según Henri Martin [4], habría habido también una suerte de Orden de Caballería oculta, la Masenia del Santo Graal, cuyas huellas encontraba en una obra bastante posterior, el Titurel: «Ya no es en la isla de Bretaña, sino en Galia, en los confines de España, donde se conserva el Grial. Un héroe llamado Titurel funda un templo para depositar el santo Vaso en él, y es el profeta Merlín quien dirige esta construcción misteriosa, pues fue iniciado por José de Arimatea, en persona en el plano del Templo por excelencia, del Templo de Salomón. La Caballería del Graal se convierte aquí en la Masenia, esto es, en una Francmasonerí a ascética, cuyos miembros se llaman Templistas, y aquí puede verse la intención de unir a un centro común, figurado por ese Templo ideal, la Orden de los Templarios y las numerosas cofradías de los constructores que entonces renuevan la arquitectura del medioevo. Esto nos permite entrever mucho de lo que podría llamarse la historia subterránea de aquellos tiempos, mucho más complejos de lo que se cree...[5]»


La capilla de Rosslyn, ¿guarda el Santo Grial?







Los cátaros

Los cátaros (es decir: los «puros»), llamados también albigenses, porque eran particularmente numerosos en la región de Albi, son célebres sobre todo por la encarnizada lucha que la Iglesia y la Realeza emprendieron contra ellos, exterminándolos por todos los medios. Sus doctrinas, que se distinguen por su pesimismo, son bien conocidas: llevando al extremo la doctrina de los dos principios del Bien y del Mal, declaraban que el universo entero había sido creado por el Príncipe de las Tinieblas, y de ahí concluían en una moral ascética, que condenaba el casamiento, la generación, y la vida misma, mala en sí, puesto que aprisiona el alma luminosa en la materia tenebrosa... A decir verdad, únicamente los Perfectos estaban sujetos a estricto ascetismo; en cuanto a los simples Auditores, gozaban de una moral más suave. Paradójicamente, por lo demás, esos herejes eran, en cierto sentido, mucho más «optimistas» que la Iglesia: al hacer de la Tierra el «Reino de Satanás», los cátaros excluían el infierno del más allá, del mundo suprasensible y espiritual; al cabo de los tiempos, todos los espíritus, luego de pasar por gran número de reencarnaciones, quedarían salvados, toda la Luz librada de las Tinieblas. La literatura ocultista atribuyó a los cátaros toda clase de creencias esotéricas que les eran extrañas. No por eso dejaban de tener ceremonias y ritos iniciáticos, prácticas diversas que tenían por finalidad separar el espíritu de este mundo y librar el alma, cautiva de su cuerpo; algunos hasta querían conseguirlo bruscamente por la Endura, acto que consistía en dejarse morir de hambre; pero la mayoría se limitaba a los ritos iniciáticos propiamente dichos, que permitían alcanzar la iluminación espiritual por el ascetismo y diversas técnicas que permitían separar momentáneamente el alma del cuerpo. «Los cátaros - escribe Aroux - tenían ya en el siglo XII signos de reconocimiento, santo y seña, y una doctrina astrológica».La «cruzada» empeñada contra los albigenses es demasiado conocida para que hablemos de ella. Sin embargo, debe señalarse que las doctrinas cátaras sobrevivieron a la degollina de sus sacerdotes. Los Trovadores, que habían demostrado ser auxiliares fervientes y devotos de la herejía albigense, siguieron propagando en su «gaya ciencia» las ideas proscritas por la Inquisición.[ 6]

Los Templarios

El esoterismo de los templarios sigue siendo un enigma. Es conocida la historia de esa famosa Orden, fundada en 1117 para la protección de los peregrinos en Tierra Santa, cuya regla había sido establecida por San Bernardo: después de combatir mucho tiempo a los sarracenos, los templarios debieron por último retirarse a Siria luego de la reconquista del país por los musulmanes, pero habían adquirido gran poderío y riquezas en la cristiandad, y poseían encomiendas en todos los reinos de Europa. El proceso intentado por el envidioso Felipe el Hermoso a esos hombres demasiado influyentes ha sido referido a menudo: todos sabemos de qué manera el soberano acabó por arrancar al papa Clemente V la condena de los templarios con la acusación de «renegar de Cristo, apostatar, entregarse a actos de idolatría y a horribles libertinajes en el curso de ceremonias secretas». Después de un largo proceso y la disolución de la Orden pronunciada por la Bula papal de 1312, el Gran Maestro Jacques de Molay y gran número de templarios fueron quemados vivos en París, en 1314.¿Tenían los templarios una doctrina secreta y ritos de iniciación? El problema ha suscitado gran número de interpretaciones; ciertos historiadores niegan categóricamente la existencia de un esoterismo templario, y otros, al contrario, no vacilan en hacer derivar la francmasonerí a de la Orden mártir. En realidad, bien parece que los templarios tuvieron un culto secreto y doctrinas reservadas a los iniciados, y que esas doctrinas heterodoxas les fueron transmitidas por heréticos musulmanes - quizás los asesinos, con quienes tuvieron relaciones -, herederos de especulaciones gnósticas. Pero conocemos muy mal dicho esoterismo, tanto más cuanto que los documentos seguros faltan casi totalmente. El historiador se ve reducido a conjeturas, con respecto a las figuras bafométicas (de bafometo = «inspiración del Espíritu»), especie de ídolos andróginos, que representan la unión de los principios masculinos y femeninos, cuyo papel en los rituales secretos no ha podido ser precisado con suficiente certeza. Aroux, citando a Von Hammer, hace alusión a «símbolos gnósticos impresos en un talismán hallado, en el siglo XVII, en la tumba de un templario, muerto antes de la destrucción de la Orden», y asimismo a:«...dos cofrecillos descubiertos, uno en Borgoña, el otro en Toscana, sobre los cuales se reconocen esos mismos símbolos, principalmente la cadena de Eones, representada por la houppe, las pruebas de fuego y del agua, el falo, el cteis, el toro de Mitra y la cruz ansada de los egipcios».Y también a «esos emblemas extraños esculpidos en la puerta de algunas iglesias, donde parecen querer mostrarse y ocultarse, a un mismo tiempo, las doctrinas interiores del templo» (por ejemplo, en lo alto de la puerta principal de la iglesia Saint-Merri se halla un Bafometo, entre dos ángeles que le echan incienso). Pero ignoramos casi todo del esoterismo templario, y el historiador debe desconfiar de las descripciones demasiado precisas que dan ciertos ocultistas de los misterios practicados por los Caballeros.


Dante y el esoterismo

Dante Alighieri (1265-1321) es el más célebre «iniciado» de la Edad Media: ese gran adversario del papado parece haber desempeñado un gran papel en las sociedades secretas de aquel entonces; era, en particular, uno de los jefes de la Fede Santa, Orden Tercera de filiación templaria. Y se hizo el intérprete de dicho esoterismo en su Divina Comedia, que es «una alegoría metafísico-esoté rica, que vela y expone al mismo tiempo las fases sucesivas por las cuales pasa la conciencia del iniciado para alcanzar la inmortalidad» [7]Cada «Cielo» representa un grado de iniciación: el Infierno representa el mundo profano, el Purgatorio comprende las pruebas iniciáticas, y el Cielo es la morada de los Perfectos, en quienes se hallan reunidos y llevados a su cenit la inteligencia y el amor. En esta vasta síntesis aparecen toda clase de elementos: doctrinas paganas, gnósticas, cátaras, árabes, herméticas, etc. Se encuentran en particular los símbolos más típicos del hermetismo cristiano: la Cruz, la Rosa, el Águila, la Escala de las siete artes liberales, el Pelícano que se abre el pecho para alimentar a su cría (símbolo a la vez del Redentor del mundo y de la más perfecta humanidad). Es una verdadera máquina de guerra dirigida contra la Iglesia [8]



Alquimistas y cabalistas


Como hemos podido darnos cuenta, la Edad Media fue una época en que los cultos secretos y las doctrinas esotéricas proliferaron, propagados por numerosas organizaciones iniciáticas. Citemos, a ese respecto, las sociedades secretas que agrupaban a los alquimistas, cuyas doctrinas y prácticas no dejaron de desarrollarse durante todo ese período, a pesar de las repetidas condenas de la Iglesia.También hay que mencionar a los rabinos cabalistas, que se agruparon en una suerte de escuelas, pequeñas capillas cerradas. El sentido etimológico de la palabra Cábala es «tradición». Ese esoterismo hebraico, cuya influencia había de ser tan grande sobre numerosos pensadores cristianos, tiene remotas raíces en las doctrinas puramente judaicas y también en las otras tradiciones, principalmente las ideas gnósticas: las obras de los cabalistas son una especie de depósito en el que han venido a acumularse los residuos de los sistemas teosóficos más diversos. Había una Cábala práctica, suerte de enciclopedia de conocimientos mágicos de todas clase, junto a diversos procedimientos que permitían obtener el éxtasis místico, y aun llegar a poner a algunos sujetos en trances hipnóticos. Pero había sobre todo una Cábala especulativa, que interpretaba alegóricamente los textos sagrados, utilizando diversas técnicas de permutación de letras. (Gematria, Notarikón, Temurah, Teruf), y que intentaba penetrar los más profundos misterios de la Creación (Maaseh heresit,«Historia del Génesis») y de la constitución del Universo (Maaseh Merkabah, «Historia del carro celestial»). Los dos textos de base de las especulaciones cabalísticas eran el Sefer( o Sepher) Yetsirah («Libro de la Formación»), sin duda del siglo VIII, y el Séfer - ha - Zohar («Libro del Esplendor), redactado en España hacia fines del siglo XIII; esta última obra ejerció, sobre todo a partir del siglo XVI, considerable influencia sobre casi todas las doctrinas esotéricas que vieron la luz.No podemos resumir, siquiera brevemente, el inmenso cuerpo de doctrinas que forman las especulaciones cabalísticas: nos permitimos remitir a las obras especializadas (Ver bibliografía) . Sin embargo, he aquí el principio de base, enunciado por J.Boucher [9]:«Dios puede ser considerado en sí o en su manifestación. En sí, antes de toda manifestación, Dios es un ser indefinido, vago, invisible, inaccesible, sin atribución precisa, parecido a un mar sin orillas, a un abismo sin fondo, a un fluido sin consistencia, imposible de conocer por ninguna razón, por consiguiente, de ser representado, sea por una imagen, sea por un nombre, sea por una letra, ni siquiera por un punto. El menos imperfecto de los términos que puede emplearse sería el Sin fin, el Indefinido o Ain Sof, que no tiene límite, o Ain el No - Existente, el No-ser.«En cuanto Dios se manifiesta se hace accesible, cognoscible; se le puede nombrar; y el nombre que se le da se aplica a cada manifestación o exteriorizació n de su ser. El Ain Sof, el Ain se manifiesta de diez maneras por o en las sefirot [sephirot]. Cada una de éstas, la Corona, la Sabiduría, la Inteligencia, la Gracia, la Fuerza, la Belleza, la Victoria, la Gloria, el Fundamento y la Realeza, constituye un modo especial de revelación o de notificación del Ain Sof y permite nombrarlo. Cada círculo, limitación o determinación del Ain Sof, es una sefirah...«La Cábala considera también a Dios bajo la forma del Adán celeste, el Adán Quadmón, y localiza las sefirot en cada uno de sus miembros, aplicando la ley de los contrarios y la ley sexual»De ahí el diagrama conocido con el nombre de árbol de las Sefirot.


La brujería

Este rápido vistazo sobre las iniciaciones medievales no sería completo si no hiciéramos alusión a la brujería. Han existido, según parece, asociaciones secretas de brujos y brujas, celebrando sus ritos en fechas fijas. Por paradójico que parezca, la brujería constituye una especie de culto y aun de religión, pero de religión a redopelo.Como se ha hecho notar muchas veces, «no es posible separar desde la Edad Media en que ellas dominan, las dos nociones paralelas y antinómicas de Dios: el bien, y del Diablo: el mal. Es, pues, fácil comprender que si se levantaban altares a Dios, si existía toda una liturgia, con misas y fiestas que se le ofrecían, también habían de existir ceremonias tan fervorosamente dedicadas al Diablo. Si la Iglesia misma consideraba al Diablo como un ángel caído, muy poderoso y un "casi igual" ; si, por añadidura, un pacto con él aseguraba, no después de la muerte, sino en la vida terrenal, felicidades y riquezas ciertas, era muy tentador para quienes una fe sólida no ataba a Cristo... probar con el Diablo [10]». Las prácticas y el culto satánicos han sido abundantemente descritos en obras especializadas [11]. El estudio de esa forma aberrante de iniciación es, por lo demás, del más alto interés para el historiador de las religiones: en las prácticas místico-eróticas del Sabbath se encuentra sin duda un eco lejano y pervertido de un antiguo culto pagano de la fecundidad [12].



Índice Bibliográfico


[1] F. Portal, Des coulerus symboliques, reedic. París, Niclaus, 1938.[2] Matila, G. Ghika, Le nombre d'ór, t. II, páginas 75-76 (nueva edic., París, N.R.F., 1951).[3] Rene Guénon, Le roi du monde, cap.V. Véase: A.E.Waite, The Holy Grail, Londres, 1933, Lumière du Graal, París, 1949 y Jean Marx, La légende arthurienne et le Graal, París. P.U.F., 1912.[4] Historie de France, t. III, págs. 398-399.[5] También se encuentra el Grial en las leyendas germánicas (cf. la Tetralogía de Wagner).[6] Véanse los romances o poemas sobre el Santo Grial.[7] A. Reghini, citado por R.Guénon, L'ésotérisme de Dante, pág. 25.[8] Cf. el Roman de la Rose, de Lorris y Meunc.[9] La symbolique maçonnique, págs. 102-103.[10] M.Verneuil, Dict. des Sciences occultes, Mónaco, 1950, pág.360.[11] La obra clásica es la de Grillot de Givry, Le musée de Sorciers. París, Lib. de France 1929.[12] Véase sobre el particular: M.A. Murray, The Witch - cult in Wester Europe, Oxford, 1921.

SOCIEDADES SECRETAS





Vaticano publica la verdadera historia del final de los Templarios



Clemente V, "después de meses de duras batallas políticas, comprendió que para salvar a la Iglesia de un posible cisma era necesario sacrificar a los templarios". En el pergamino de Chinón se lee que el Gran Maestre "interrogado cuidadosamente sobre la acusación de sodomía, sobre los ídolos con forma de cabeza y sobre los besos inmorales, dijo que no sabía nada". Un volumen que recoge las fieles reproducciones de todos los documentos que el archivo guardaba celosamente sobre de uno de los grandes juicios de la historia: el "Processus contra Templarios".

Un estuche de una gran calidad artística y objeto de deseo para historiadores y coleccionistas pero sobre todo unos documentos que permiten a la Iglesia aclarar, de una vez por todas, el comportamiento de Clemente V durante el juicio contra la Orden del Temple. La crítica histórica que acompañará el volumen con todos los documentos abraza la afirmación que Clemente V "absolvió" al Gran Maestre del Temple, Jacques de Molay, y los principales dirigentes de la Orden".

Pero que no pudo hacer nada más por ellos, ya que "comprendió que para evitar un cisma en la Iglesia era necesario sacrificar la supervivencia de la Orden". Una absolución que rehabilita así la imagen de los Templarios, acusados de traición, herejía y sodomía. Aunque de nada sirvió la absolución papal pues Felipe el Hermoso consiguió en 1312 que el Concilio de Vienne decretara en la práctica la disolución de la Orden y el 18 de marzo de 1314,y Molay y los suyos acabaron quemados a la hoguera.

"Tras la investigación realizada en Poitiers, el Papa absolvió a los templarios de las acusaciones de herejía", escriben los historiadores de los Archivos Vaticanos.

Aun así, "la supervivencia del Orden se hizo imposible" pues "Clemente V, "después de meses de duras batallas políticas, comprendió que para salvar a la Iglesia de un posible cisma era necesario sacrificar a los templarios".
El "Processus contra Templarios" contiene el "Folio de Chinon", un pergamino de 70 centímetros de largo y 58 de ancho, olvidado durante años en los Archivos Vaticanos, y descubierto por primera vez en 2001. El documento recoge la petición del papa Clemente V de absolver a Jacques de Molay, y, sobre todo, niega las acusaciones de traición, herejía y sodomía que crearon la "leyenda negra" de los miembros del Temple.

La historiadora que descubrió el valioso pergamino de "Folio de Chinon", Barbara Frale, asegura que su gran importancia a nivel histórico "porque permite corregir una serie de juicios sobre la Orden de los Templarios y el papa Clemente V que la historia ha arrastrado y que eran inexactos". Durante siglos, añadió la joven historiadora, de 34 años, "se aseguró que el Papa estuvo de acuerdo y consintió la destrucción de la Orden, y este documento prueba que no fue así".

En el pergamino de Chinón se lee que el Gran Maestre "interrogado cuidadosamente sobre la acusación de sodomía, sobre los ídolos con forma de cabeza y sobre los besos inmorales, dijo que no sabía nada".

En este documento, los tres cardenales, representantes del Papa, señalaban que el Gran Maestre "repudiaba cualquier herejía y pedía humildemente el beneficio de la absolución".
Ante estas declaraciones, los tres cardenales pidieron para Molay, en nombre del Papa, "la absolución" y recomendaron acogerle "en la unidad de la Iglesia y restituirle a la comunión de los fieles y a los sacramentos eclesiásticos".

Jeques árabes, diseñadores de moda y las principales bibliotecas del mundo ya han reservado una de las 799 copias del "Processus" que saldrán a la venta. El ejemplar número 800 será regalado al Papa Benedicto XVI, como se informó hoy durante la presentación.

El "Procesus contra Templarios" incluye además las fieles reproducciones de los pergaminos con los interrogatorios realizados por la comisión papal a los templarios y las notas escritas por Clemente V y sus colaboradores. También contiene los tres sellos pertenecientes a los cardenales Pietro Colona, Pierre de la Chapel y Bernfer Fredol, que fueron los encargados por el Pontífice de realizar los interrogatorios.

Para la historiadora Barbara Frale, descubridora del "Folio de Chinon", la publicación del "Procesus contra Templarios" no es "un punto final" en la historia de la Orden "sino que abre un sin fin de nuevas investigaciones". Eso sí, "cierra muchas de las puertas, encontradas en muchos libros históricos y novelas, sobre el carácter esotérico y herético de los templarios".

El castillo de Chinon



Sin embargo esto no termino allí. El Rey de Francia continuó insistiendo en castigar duramente a los sospechosos de herejía y blasfemia. Dos años mas tarde y a pesar de la decisión del Papa, Felipe el Hermoso encarceló a De Molay, al tesorero de la Orden, Geoffrey de Charney y al resto de los Caballeros Templarios. De Molay y Charney, calculando los años que deberían sufrir encarcelados, flagelados y torturados, decidieron dar un paso drástico y retractarse de sus Pseudo-confesiones.

Esto enfureció al Rey de Francia y ese mismo DIA, 18 de Marzo de 1314, ordeno matarlos, siendo quemados en la hoguera en L'ille de France, Paris. Un detalle interesante de ese evento es el que al ser subido a la hoguera y haciendo notar la injusticia del acto, De Molay maldijo al Rey Francés Felipe el Hermoso y al Papa Clemente V. El Papa murió un mes después, de disentería y el 29 de Noviembre del mismo año, el rey se mato por una caída del caballo. Más aun, la leyenda dice que De Molay maldijo a la casa real francesa hasta la "treceava generación", justamente la de Luis XVI, muerto en la guillotina durante la Revolución Francesa.

Una copia original del pergamino de Chinon esta guardada en el Archivo Secreto del Vaticano. El pergamino original/original "desapareció" durante tres siglos. Resulta que fue archivado en un lugar erróneo del Archivo del Vaticano, hasta que en el año 2001, una joven investigadora italiana, Bárbara Frale, lo encontró en uno de los miles estantes de la Biblioteca y Archivos Secretos del Vaticano.

El actual Papa Benedicto XVI, siendo Prefecto Amerito para la Conservación de la Doctrina de la Fe, decidió hacer publico este documento e incluso dar la posibilidad de ser adquirido, por la módica suma de 5900 Є, como lo señalé anteriormente. El Pergamino de Chinon es un demoledor documento que el propio Vaticano saca a la luz. Un detalle muy significativo, que viene a probar lo que durante todos estos siglos han mantenido la mayoría de los historiadores y los propios templarios, que las acusaciones contra la Orden del Temple fueron falsas y motivadas única y exclusivamente por una conspiración.

Cuales son entonces las similitudes o diferencias entre la Orden de los Caballeros Templarios y la Francmasonería?

Son dos órdenes diferentes a lo largo del tiempo.

Los templarios eran cristianos, en cambio en la masonería no hay religión prevalente, es decir que para pertenecer a la orden masónica la religión no es mirada. Como ejemplo, José Martí era masón y era católico, y Gandhi era masón y era hindú. La Orden del Temple fue una orden medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. En la masonería una de las leyendas más importantes de la orden masón o Francmasonería atribuye a Hiram Abif, mítico arquitecto del Templo de Salomón en Jerusalén, la fundación de la orden masónica.

De las distintas ramas y múltiples sistemas a que ha dado origen la divergencia de opiniones que existen con respecto al origen de la Francmasonería, dos han tenido el privilegio de predominar, si no en absoluto, de una manera tan absorbente y avasalladora cuando menos, que durante largo tiempo han hecho enmudecer a todas las demás. Una de ellas es la rama bíblico-simbólico-filosófica que atribuye el origen de la Francmasonería a la construcción del célebre Templo de Salomón y la otra, místico- caballeresca, que concede este privilegio a la no menos célebre y renombrada Orden de los Templarios. Esta última adquirió tal preponderancia durante la segunda mitad del siglo XVIII, que todos los demás sistemas se vieron postergados y reducidos al silencio y la inacción en los principales Estados del Continente Europeo.

Grandes y empeñadas controversias se han mantenido durante muchísimos años en pro y en contra de esta Orden y de la verdad de las acusaciones de que fueron objeto. Esta cuestión parecía haberse olvidado ya por completo, cuando a mediados del siglo XVIII, por instigación de los jesuitas según afirman ciertos autores, resucitóse de nuevo esta cuestión, poniéndose formal empeño por parte de muchos en defender la memoria de los Templarios.

A fines del siglo XVII, se descubrió en Alemania en el sepulcro de un Templario, muerto antes de la persecución de la Orden, una especie de talismán en el que están trazados varios signos gnósticos, como la escuadra y el compás; la esfera celeste; una estrella de cinco puntas, llamada el pentágono de Pitágoras, adoptado también por los Ophitas, y por último, las ocho estrellas del ogdoade gnóstico.

Prescindiendo de las numerosísimas versiones históricas que circulan respecto a tan controvertida materia, es opinión unánimemente admitida hoy por todos los escritores eruditos e imparciales, que la intervención de los Templarios en la Francmasonería, es hija de la fantasía del escocés Miguel Ramsay, creador de los grados de Escocés, Novicio y Caballero del Templo o Templario, en los que por primera vez se lanzó el considerar a la Orden de los Templarios, como fuente y origen de la Francmasonería. 14 de Febrero, 2008.

La Absolución de los Templarios




Caballeros templarios saliendo impetuosamente de Jerusalén para defenderla (arriba, en el centro). Obsérvese a la derecha (arriba) del círculo de la ciudad de Jerusalén, el barrio de los templarios con el Templo de Salomón destacado y también la vestimenta del caballero que monta el caballo blanco (la figura que más se destaca en la escena), con su cota, su estribo plenamente extendido y la silla elevada para ofrecer más seguridad durante la carrera, una característica típica de la caballería medieval. Esta iluminación muestra el avance organizado de la caballería templaria, un rasgo típico de su forma de combate, muy distinto del común de la caballería medieval. En resumen, los templarios eran entendidos en la perspectiva jerosolimitana. En: Miniatures - Nort-western France (Monastery St. Bertin?), c. 1200 (Added text: c. 1290-1300)
El 25 de Octubre del año pasado se publico en la "Sala vieja del Sinodo" en el Vaticano, el documento "Processus contra Templarios", edicion rigurosamente limitada a 799 ejemplares con un valor de 5900 Є cada uno.

La obra se basa en el "Pergamino de Chinon" y contiene los actos del juicio inquisitorio que se llevo a efecto en la ciudad de Chinon, diócesis de Tours, Francia. El documento fue escrito entre el 17-20 de Agosto de 1308. En este juicio se destruyo la orden de caballería de los monjes guerreros, fundada en el año 1118.


Ahora se necesita un poco de explicación de la historia y de la terminología.


Los Caballeros Templarios o La Orden del Temple fue una orden
medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. Fue fundada en Jerusalén, en 1118 por nueve caballeros franceses, con Hugo de Payens a la cabeza.En sus inicios su denominación oficial fue Orden de los Pobres Caballeros de Cristo; pero más tarde fueron conocidos comúnmente como Caballeros templarios o Caballeros del Templo de Salomón, denominación surgida al recibir autorización de instalarse en una parte del antiguo templo de Salomón. La designación de Orden del Temple es la traducción al francés de la denominación en latín, siendo muy extendida dados los amplios lazos Templarios con Francia.
El otro concepto que debemos aclarar es el de los Templarios modernos. Estos han sido descritos por la enciclopedia Wikipedia como una Orden filantrópica internacional, asociada con la Francmasonería. Su nombre completo es: La Orden religiosa, militar y masónica unida del Templo y de St. John de Jerusalén, Palestina, Rodos y Malta. En la mitad del Siglo XVIII los Masones empezaron a incorporar símbolos y tradiciones de los Caballeros Templarios medievales.
Andrew Michael Ramsey, conocido como "Caballero Ramsey" prominente Masón Escocés, siendo Canciller de la Gran Logia Masónica de Paris, presento el año 1737 su celebrada oración en la cual atribuyo falsamente el origen de la Francmasonería a los Caballeros Templarios, más bien que a la Masonería operativa. No existe realmente evidencia histórica que pueda ligar entre estos y el Templarismo Masónico.
No les hablare hoy de este selecto grupo.

Hubo en Palestina a principios del siglo XX un grupo de cristianos alemanes que se titulaban Templarios y establecieron pequeñas colonias en Jaffa, Tel Aviv y Haifa. Cuando estallo la segunda Guerra Mundial los ingleses los expulsaron por ser nacionales enemigos. No regresaron. Los de Jaffa habían ocupado las casas de Madera construidas por un grupo de mormones que llegaron de Maine en el siglo XIX. Algunos eran masones. Una de las casas ha sido refaccionada y es ahora un museo de la colonia Americana en Jaffa
La Orden original de los Caballeros Templarios fue establecida después de la primera Cruzada y existió aproximadamente entre los años 1118 al 1312. Se autonombraban "Los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón" y su labor era la de acompañar y proteger a los peregrinos a Tierra Santa, junto con los Hospitalarios (o Caballeros de St. John). El nombre de "Templarios" se les administró por tener su cuartel general, como lo he señalado antes, en un sector del Templo del Rey Salomón en Jerusalén.

El primer "Gran Maestro" de los Caballeros Templarios fue C, quien se dirigió al Rey Balduino II de Jerusalén con ocho Caballeros más, dos de ellos hermanos carnales y el resto, familiares de sangre o por matrimonio. El grupo se organizó a solicitud del Papa Urbano II.
Después de veintidós Grandes Maestros de los Caballeros Templarios, a fines del Siglo XII, estos quedaron sin peregrinos a quien proteger. Por alguna obscura razón, su último Gran Maestro, elegido el 20 de Abril de 1292, no fue capaz de hacer sobrellevar las visicitudes de la Inquisición a las que fueron injustamente acusados. Prometió reformar la Orden y ajustarla a las condiciones de la Tierra Santa, pero fracasó. Sus Caballeros fueron culpados de herejía, idolatría y perversión sexual. Fueron acusados además de "negar a Cristo, escupir tres veces sobre la cruz y besar los traseros de otros hombres". La explicación de los Templarios fue que esos actos simulaban la clase de humillación y tortura a las que el Cruzado podría ser sometido si fuere aprisionado por los Sarracenos. Se les enseño a abusar de su propia religión solo con la mente pero no con el corazón. A pesar de estas explicaciones, fueron culpados de Perjurio siendo acusados de ejercitar ritos iniciativos que anteponían la Orden a la Iglesia Romana
La monarquía francesa reaccionó desencadenando un autentico mecanismo de chantaje que obligaría poste-riormente al Papa Clemente V al ambiguo compromiso aprobado en 1312 durante el Concilio de Viena: al no poder oponerse a la presión ejercida por el rey de Francia Felipe el Hermoso, que imponía la eliminación de los templarios, el Papa elimino la Orden de la realidad de la época sin condenarla ni abolirla, sino mas bien aislándola en una especie de "hibernación" gracias a un hábil artificio del derecho canónico. Tras haber declarado expresamente que el proceso no había probado la acusación de herejía, Clemente V suspendería la Orden de los Templarios mediante una sentencia no definitiva dictada por la necesidad superior de evitar un gran peligro para la Iglesia, con la prohibición bajo pena de excomunión de continuar usando el nombre y los signos distintivos.
Jacques de Molay, un noble de baja alcurnia de Borgoña, fue el último Gran Maestro de los Caballeros Templarios. Después que el Gran Maestro y todos los otros jefes de la Orden juraron formalmente su herejía, Clemente V preparo un documento de absolución. El Papa todavía estaba convencido de poder garantizar la supervivencia de la Orden religiosa y militar y eliminar de entre los frailes guerreros la infamia de la excomunión en la que se habían enredado solos al admitir que habían renegado de Jesucristo bajo las torturas del inquisidor francés. Después del acto de penitencia y solicitud de perdón, el Papa escribe la carta de absolución, documento llamado "Pergamino de Chinon" ya que fue escrito en la ciudad de Chinon, diócesis de Tours, el mes de Agosto de 1308. La Orden fue suprimida «con norma irreformable y perpetua» (bula Vox in excelso, 22 de marzo de 1312). En este documento el Papa ordena absolver y no disolver la Orden de los Caballeros Templarios, acto inteligente tomado para castigar pero no eliminar esa Orden importante para la Iglesia.

El Pergamino de Chinon es único, de grandes dimensiones (70 X 58 cm.) originariamente con sellos pendientes de los tres legados apostólicos que formaban la Comisión especial apostólica "ad inquirendum" nombrada por el Papa Clemente V. Su estado de conservación es discreto, aunque tiene vistosas manchas violáceas debidas al ataque de las bacterias.


Algunos Supuestos


Sello templario de fines del S. XIII. Dos caballeros (la díada) armados con lanza montan un mismo caballo en señal de pobreza y humildad. Ciertamente indica también haberse puesto de acuerdo acerca del destino común.


San Bernardo, que en la leyenda bebió tres gotas de leche brindadas por la Virgen Negra mientras oraba y que según la tradición había sido instruido por druidas, fue el mentor de la Orden del Temple. Pretendió una Orden que se inmiscuyera sin vergüenza en los asuntos mundanos y que pese a que sus miembros fueran absolutamente pobres, la orden en sí fuera inmensamente rica. Que se implicara en todas las actividades humanas para ser su reformadora, organizadora, juez y custodia. Es decir, hubo un enriquecimiento voluntario desde el inicio y necesario para el despliegue de las actividades posteriores. Ahora bien, cuando san Bernardo establece las primitivas reglas, se nota en ellas un neto predominio de las tríadas, supuestamente de inspiración trinitario o celta:
- aceptar combate contra herejes por más que fueran tres contra uno;
- responder entre no herejes, solo después de haber sido atacados tres veces;
- ante una falta, ser flagelados tres veces;
- comer carne, oir misa y dar limosna tres veces por semana;
- comulgar tres veces al año.





Por otra parte la Orden concentró su acción laica en tierras celtas, además de los Santos lugares, tratando tal vez de vincular la Nueva Caballería creada por él con la tradición celta. Es bastante comentado el raro hecho de que el Rey Balduino, a poco de llegar los 9 primitivos caballeros, les ofreciera como alojamiento nada menos que el Templo. Y poco después los dejara como únicos ocupantes. Uno de los supuestos más firmes es que la misión secreta impuesta por San Bernardo era la búsqueda del Arca de la Alianza y las Tablas de la Ley, que suponía enterradas en el Templo. Es probable que con las "Tablas de la Ley" hubiera copias de algunos documentos sagrados egipcios que Moisés (sacerdote egipcio iniciado) se habría llevado en el éxodo, tal vez motivo determinante de la encarnizada persecución del Faraón.





Diez años después de su llegada, los caballeros regresan y cinco de ellos asisten al Concilio. Atrás, en el Templo de Jerusalén no ha quedado piedra sin remover. Hasta han recuperado una caballeriza subterránea de Salomón, que podía alojar 2000 caballos. No hay constancia de que hayan encontrado el Arca y la Ley... pero a partir de su regreso parecen adquirir de pronto los suficientes conocimientos arquitectónicos como para dejar de lado la pesada construcción románica y pasar a la catedral gótica. Se invierten los principios: la bóveda románica ejerce peso sobre los (robustos) muros mientras que la bóveda gótica, gracias a los arbotantes se proyecta hacia arriba y los muros se alivianan y permiten ventanas. Louis Charpentier señala que en el portal norte de la Catedral de Chartres existe un pequeño relieve con la leyenda: " Hic dimittitur Archa Cederis", que traduce como "Aquí queda depositada, obrarás según el Arca".





La destrucción y literal aniquilamiento de la Orden ocurrieron en Francia, dominio de Felipe el Hermoso, donde inexplicablemente los caballeros, combatientes ejemplares, se entregaron mansamente como corderos. Se dice, sin embargo que su poderosa flota naval, con asiento en La Rochelle, soltó amarras con destino desconocido. No ocurrió lo mismo en otros países. En Alemania resistieron la orden de entregarse y pasaron a integrar los caballeros teutónicos. En Portugal tomaron el primitivo nombre de Pobres Caballeros de Cristo. En España, ingresaron en otras Órdenes, es decir cambiaron de hábito. De ahí que muchos supongan que el Temple no ha muerto sino pasado a la clandestinidad. ¿No es acaso templaria la cruz pintada en las carabelas de Colón y de los navegantes portugueses?


Algunos Misterios

La arquitectura templaria nunca fue librada al azar. ¿Por qué la persistencia en la construcción de edificios octogonales? ¿Es acaso la síntesis entre el cuadrado (terreno) y el círculo (celestial)? Es la figura de dos cuadrados superpuestos (los elementos y sus estados)? ¿Es un recuerdo nostálgico de su primitiva morada, el Templo de Salomón de Jerusalén o de los templos musulmanes? ¿Es acaso el empleo sistemático de la simbología cabalística del 8? La Rochelle, luego capital de los hugonotes, poseía un puerto sobre el Atlántico de interés muy especial para el Temple, puesto de manifiesto por la concentración allí de la flota de ultramar y por el enorme desarrollo de caminos que, como un abanico, partían de esa ciudad, no justificados ya que en la época La Rochelle no era más que un villorrio. ¿Cuál era su importancia entonces? ¿Fue el puerto de salida de la flota hacia América en busca de metales y piedras preciosas con los que obtuvo fondos para su engrandecimiento? El hallazgo del Fuerte en el Golfo de San Matías por el Ing. Fernando Fluguerto Martí en sucesivas expediciones confirma la presencia templaria hace alrededor de setecientos años al menos en Argentina y apoya esta tesis.





En el sur de Francia, cerca de Niza, sobre una montaña, en zona próxima a la ocupada por los cátaros, se ha encontrado una pirámide a escala, réplica exacta de la de Cheops. La escala (1/32) por otra parte es la utilizada actualmente en auto y aeromodelismo. La pirámide recibió el
nombre de pirámide de Falicon. Fue construida alrededor de 1260 por los caballeros templarios derrotados en la cruzada en que San Luis fue hecho prisionero en Damieta y el Temple pagó su rescate. ¿Cuál fue el significado, objeto o destino de su construcción? ¿De dónde obtuvieron los templarios los datos para su exacta reproducción a escala?






Aparentemente, los templarios se establecieron siempre en enclaves mágicos, sagrados, lugares de mucha energía, donde por otra parte, ya habían existido otros cultos y construcciones sagradas. Se dice entonces que bebieron de fuentes más antiguas, a veces no conocidas, que su sincretismo religioso conjugó el esoterismo esenio y judío con el sufismo, el gnosticismo, la alquimia, el hermetismo egipcio y el mundo mágico de las runas y el mito del Santo Grial. Según Walker, llegaron incluso a "adentrarse en el inconciente colectivo indoeuropeo y sus arquetipos" y que su cristianismo fué un cristianismo solar, gnóstico, con raíces indoeuropeas en vez de judías, ofreciéndose como prueba el Cristo renano que se conserva en Puente de la Reina (camino de Santiago), en el que Jesús se encuentra crucificado sobre una horquilla de árbol en forma de y lo que despoja al Cristo del contenido dogmático convencional, sacrificial y ortodoxo y lo vincula con la figura universal del Salvador, desde el comienzo de los tiempos, con el Krisna hindú, Mitra y Osiris". ¿De esto fueron acusados y ésta fue la "herejía" por la que se los condenó? ¿Es de su factura el Cristo renano o es posterior a ellos? En todo caso, de existir este sincretismo religioso, hubo de estar, necesariamente, limitado a unos pocos elegidos y no a la masa combatiente.


Comentario final

A medida que se profundiza el estudio de los templarios, ocurre lo que en tantas otras disciplinas, el conocimiento crece como el radio y lo desconocido como la circunferencia. Por encima de detalles, la idea que queda de estos nobles y sacrificados caballeros es que probablemente se hayan anticipado demasiado a su época. Tanto en conocimiento como en establecer leyes y reglas éticas, con sentido social, (de regulación de mercado?) lo que sin duda no gustó, gusta y gustará a muchos. Posiblemente, en ciertas circunstancias, (y hasta justificadamente) hayan sido altaneros, lo que ha de haber resultado imperdonable, especialmente su abierto desafío a los caprichos de reyes y algunos obispos. Sus riquezas, bien empleadas, alentaron la codicia. Imperdonable ha de haber sido también que en lo religioso hayan sido tolerantes y hasta ecuménicos, cuando tal cosa era sinónima de traición, herejía o cobardía. Que hayan sido lo suficientemente fieles a la tradición, a la Orden y a sí mismos como para elegir, hasta el último de ellos, la hoguera en vez de la cadena perpetua. Eso..., eso si que no se perdona. Menos aún cuando su lema fué "NON NOBIS, DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM" (no a nosotros Señor, no a nosotros, sea la gloria en Tu Nombre).



Hechos, Supuestos y Misterios


El Dr. Horacio A. Della Torre explica en tres aspectos la historia de los Caballeros Templarios: Hechos, supuestos y misterios. Durante los últimos años, el mundo parece repentinamente preocupado por la historia de estos duros monjes-guerreros. Entre ellos, Humberto Eco que en su "Péndulo de Foucault" profetisa el desenlace de la acción de esta Orden en el año 2000.

Los Hechos

Su Nacimiento: A instancias de un insigne cisterciense, Bernardo de Claraval, luego San Bernardo, dos caballeros francos, dos Hugos: de Payns y de la Champaña fundan en 1118 la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, cuya originalidad se presentan ante el Rey Balduino II de Jerusalén y se ofrecen para cuidar el camino de Jaffa, infestado de ladrones que asaltaban a los peregrinos. Realizan los tres votos monacales: pobreza, obediencia y castidad. Poco después el rey, les entrega como vivienda una parte del templo de Jerusalén, lo que les da el nombre definitivo de Caballeros Templarios. Diez años permanecen en esa condición, sin aumentar su número ni inmiscuirse en las guerras santas en que estaba sumida la zona.

En 1128, San Bernardo logra concitar un Concilio (de Troyesradica en que los integrantes eran monjes guerreros. Siendo ya nueve,) para que se apruebe a toda orquesta la Orden del Temple, sujeta única y exclusivamente al Papa, sin dependencia alguna a las autoridades eclesiásticas o terrenales y liberada de todo impuesto. Es recién entonces cuando los Caballeros visten la túnica blanca que los diferencia de sus aliados-adversarios, los Caballeros de San Juan (hoy de Malta), que calzaban túnica negra. Si bien el blanco era el color elegido por el Cister, casualidad o no, era también el de los Levitas que cuidaban el Arca, el de los esenios y el de los sufíes. En 1147 el papa Eugenio III les autorizó a lucir la cruz griega de 8 puntas característica, de color rojo . Fué Bernardo de Claraval quien hizo la Orden, le confió su misión, le transmitió sus enseñanzas y finalmente redactó sus reglas iniciales. Parte de estos hechos permanecerían por siempre en secreto.







Apogeo

A partir del Concilio, sus principales miembros recorren el mundo de entonces reclutando fondos y enrolando efectivos para asumir, ahora sí, la Guerra Santa. La respuesta es generosa, rotunda. Los caballeros son alineados de a pares, en diadas, (ver Fig. 1) como haría Pitágoras con sus novicios y mucho después Artigas con sus gauchos. Ambos caballeros comían de la misma escudilla. Necesariamente en la campaña de Oriente, la disciplina hubo de ser feroz, la retirada imposible, la mínima falta duramente castigada, la vida comunitaria emparejada, tanto en armamento como en Padrenuestros. Muerte, sangre y victoria, amor, salvajismo, abnegación, y derrota fueron hitos anónimos en los campos de Galilea mientras el "otro" Temple, el que había quedado en Occidente (excepto España, donde también guerreaba), se transformaba en un factor de crecimiento, pacificación y civilización.


En un plano de respeto al conocimiento y creencias monoteistas, los templarios entablaron en Oriente relaciones, entre batalla y batalla, con musulmanes y rabinos a los que invitaron a su base en Francia para discutir y aprender de ellos. Parecen recitar: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" (Jn:14,2). Las relaciones entre templarios y musulmanes fueron corteses, tal vez de una comprensión casi perfecta, lo cual no evitó que se degollaran con saña si caían prisioneros uno del otro. Sin embargo, pese a su bravura en combate, fueron proclives e intentaron treguas para ahorrar sangre. Estos hechos merecieron críticas de casi todos (incluso de San Luis), algunas hijas del fundamentalismo religioso de la época, otras montadas en la cresta de la ola de la envidia a la grandeza de cuerpo y espíritu ya que la riqueza del Temple no solo fue material sinó también espiritualmente trascendente.

Paralelamente a su enriquecimiento, forjaron y ampararon una legión de artesanos. Desarrollaron el arte gótico (sistema sin precedente que alivió el peso de los muros) y características arquitectónicas muy peculiares en todos sus edificios. Construyeron o ayudaron a construir más de 70 de catedrales en menos de 100 años, que liberadas del románico, se alzan hacia el cielo, en abierto desafío a la ley de gravedad. Protegieron "fraternidades" constructoras (los "Hijos del Maestre Jaques " o los "Hijos de Salomón") las que, desprotejidas al caer el Temple, se transformarían en la semilla de la francmasonería. Despejaron los caminos de ladrones y feudales salteadores con lo que abrieron las rutas al comercio. Difundieron la letra de cambio (ya practicada por venecianos y lombardos) y con sus extensos cultivos alimentaron como nunca a hombres y bestias de Europa. Durante los casi doscientos años de su existencia no hubo hambruna en Europa. Las armaduras de los siglos XIV y XV (desaparecido el Temple) muestran una disminución de la talla respecto a la de los siglos XII y XIII.

Elaboraron una simbología y un código para su comunicación interna, ante la ignorante desesperación de reyes y obispos. La buena administración, la excención de impuestos, los botines de guerra, las continuas donaciones y buenos negocios, dieron como fruto el enriquecimiento de la Orden. Enriquecimiento que volvía al pueblo al mejorar las condiciones de vida para todos. En Términos modernos puede decirse que se transformó en una "multinacional ética" con deudores prominentes lo que resultaría a la larga peligroso. Más de un Rey de Francia, recurrió al Temple en busca de dinero, entre ellos Felipe IV (el Hermoso), quien sumido en deudas, motines e inflación creyó encontrar la solución en hacerse de sus bienes. Tuvo como colaborador tardío en la empresa al papa Clemente V. El Dante (1265-1321, terciario franciscano y al menos simpatizante del Temple) lo condena en su canto XIX del Infierno: " que otro después vendrá hacia poniente pastor sin ley, exento de obra buena, propio a cubrir de entrambos la pendiente".






Ocaso

La noche del 14 de octubre de 1307 Felipe el Hermoso hizo arrestar a los templarios de su reino. Acusados de herejía, sodomía, confesión comunitaria , escupir el crucifijo y otros argumentos de indudable efecto popular, elegidos hábilmente por Nogaret, el instrumentador legal, los nobles caballeros debieron sufrir lo indecible en cárceles pestilentes, frías, oscuras, hostiles hasta el destino final: la hoguera. La "justicia" de la Inquisición estuvo a cargo de los dominicos, sus enemigos ya conocidos por otra parte, gracias a la visión que de ellos dá Humberto Eco en "El Nombre de la Rosa". Las confesiones fueron compradas o arrancadas bajo tortura.


Como se sabe, del árbol caído todos hacen leña. En este punto de los hechos desde diversos ángulos se disparaba sobre los templarios. Cada uno trataba de obtener su parte del botín. Si bien Felipe quería los bienes de la Orden, la Inquisición quería la Orden misma. Como ante la muerte de Bubulina en "Zorba el Griego", el clero secular, la Orden de los Caballeros de San Juan, el propio Papa, el mísero alcalde de aldea, todos como buitres hambrientos apuraban el trámite para tratar de conseguir algún bien del Temple, algún despojo, por chico que sea, algo..., por amor de Dios, algo de todo lo que tienen... No obstante el más despechado había sido el propio Felipe que encabezó los allanamientos a la casa del Temple en París, depósito principal de los tesoros, sin encontrar más que papeles y objetos sin valor, aunque pudo rescatar sus propios pagarés. Siempre se murmuró que noches antes partieron tres enormes carretones de heno, tal vez salvando el verdadero tesoro.

El 18 de marzo de 1311, el último Gran Maestre, Jaques de Molay, analfabeto, virilmente, prefirió el fuego a la cadena perpetua. Godofredo de Charnay lo siguió. Según relatos "el Gran Maestre en cuanto vio el fuego preparado se desnudó sin titubear... pero dijo a los verdugos: por lo menos dejadme juntar un poco las manos para elevar mi plegaria a Dios..., ya que voy a morir, sabe Dios, injustamente. Pronto caerá la desgracia sobre quienes nos condenan inicuamente. Dios vengará nuestra muerte, con esta convicción muero. La muerte lo tomó tan dulcemente que fue motivo de admiración para los presentes”. Por un lado nótese que al desnudarse de su hábito, la Orden, no es destruida. Por otra parte, el papa moría alrededor de un mes después por un atracón de higos y el rey lo hacía ocho meses más tarde, paralítico por una caída de caballo. Ese mismo año Nogaret, autor del trabajo sucio, también moría misteriosamente. Los denunciantes que pusieron en marcha el proceso les siguieron, apuñalados o ahorcados. En 1328 ya no reinaba en Francia descendiente alguno de Felipe el Hermoso.

Y después llegaron las guerras, el hambre y la peste; el galope sombrío de los jinetes del Apocalipsis. Se cuenta que cuando la cabeza de Luís XVI rodó, de la multitud salió el grito: - Jaques de Molay, por fin has sido vengado!! Es que se decía que Felipe había reencarnado en Luís XVI.

Los Templarios


Fue la primera orden de monjes militares de la historia, que se formó en 1118, cuando un caballero de la Champaña, un tal Hughes de Payens, y ocho compañeros se comprometieron mutuamente bajo juramento perpetuo, en presencia del patriarca, o soberano, de Jerusalén. Al principio sobrevivían de limosnas y fueron conocidos como los Pobres Caballeros de Cristo. Llamados Orden de los Pobres de Cristo, Caballeros del Templo Salomón o Caballeros Templarios.
Para muchos es un hecho irrefutable que muchas culturas tienen la creencia de que sus héroes guerreros , a la hora de la muerte, sus almas ocupan un lugar privilegiado en los mundos superiores ( llámese Avalón, Walhalla, Cielo, Olimpo, etc.) Esta idea forma parte de una estructura que es muy similar en las distintas culturas. Dicha estructura se ha impregnado en la psique y tiene un modelo universal o estructura similar, pero cuya forma representativa varia de cultura en cultura, el samurai en Japón o el ksatriya en la India, son ejemplos, pero sin lugar a duda el representante, en occidente, es el Caballero Templario; nobleza, coraje, honor, una causa elevada son las virtudes que para los conocedores de su historia se les viene a la mente con solo mencionarlo y con el agregado de un final trágico e injusto se completa perfectamente este arquetipo de un héroe. Son valores que hoy en innumerables culturas se encuentran debilitados, para no decir ausentes.

Conozcamos parte de su historia, trataremos de ver los distintos ángulos de algunos especialistas, cabe resaltar que como muchos ignoramos su historia, hoy nace la necesidad de profundizar su historia. Tema por demás puede ser reflexionado en el avance de la Nueva Era.


Caballeros Templarios


Varios años antes del reafirme de Jerusalén en 1099, un grupo de caballeros había actuado como guías y protectores de los cristianos que peregrinaban a través de las tierras santas. Esos Caballeros vivieron en una hostería cerca del Templo de Solomón en Jerusalén en el momento de la Primera Cruzada.
De ellos, cuyos nombres eran Hughes de Payns y Godofredo de Saint Omer, nace la idea de incorporar a los caballeros formalmente como un orden en 1119, tomaron el nombre de Orden de los pobres Caballeros de Cristo, pero fueron conocidos mas popularmente como Los Caballeros del Templo de Solomón o Los Caballeros Templarios. San Bernardo tomó la causa del Templarios con entusiasmo, y Hughes de Payns fue el primer Gran Amo de la Orden. La idea de los monjes-caballeros militares se recibió con gran entusiasmo. Un grupo de Templarios recorrió Francia y Inglaterra para reclutar a los miembros, y también para solicitar regalos de dinero y propiedad para que la Orden pudiera apoyar sus actividades militares en la Tierra Santa.
La Orden Templaria estaba encabezada por un gran maestre (con rango de príncipe), por debajo del cual existían tres rangos: caballeros, capellanes y sargentos. Los primeros eran los miembros preponderantes y los únicos a los que se les permitía llevar la característica vestimenta de la Orden, formada por un manto blanco con una gran cruz latina de color rojo en su espalda. Su servicio defendiendo el reino Cristiano de Jerusalén era distinguido, aunque un poco estropeado por sus malas relaciones con los Hospitalarios, que por el año 1240 se habían deteriorado a tal magnitud que caballeros de cada Orden estaban luchando abiertamente en las calles de Acre.


La Orden fue reconocido formalmente por la Iglesia en el Concilio de Troyes en 1128, y San Bernardo de Claraval, el clérigo más influyente de la época, fue comisionado para escribir los reglamentos por la que ellos se debían regir. Invirtieron grandes sumas de dinero en la construcción de una cadena de castillos masivamente fortificados, algunos de los cuales nunca fue capturado por el enemigo, pero fueron abandonados cuando los caballeros se retiraron de Palestina en 1291. Fueron famosos por la ferocidad en la lucha. Después de la Batalla desastrosa de Hattin en 1187, Saladín tomó a prisionero aproximadamente 200 Templarios y Hospitalarios
, incluyendo a ambos Grandes Amos, y dio orden de ejecutar a todos. Con Jerusalén en manos de los musulmanes su cuartel general se localizó sucesivamente, en Antioquía, Acre, Cesárea y por ultimo en Chipre.

Como los Caballeros Templarios enviaban regularmente dinero y suministros desde Europa a Palestina, desarrollaron un eficiente sistema bancario en el que los gobernantes y la nobleza de Europa acabaron por confiar. Se convirtieron gradualmente en los banqueros de gran parte de Europa y lograron debido a esto y a la exención del pago de impuestos y diezmos (no estaban sujeto a la ley secular, y sólo respondían al Papa), amasar una considerable fortuna. En 1307, sin embargo, el Rey Felipe IV se quiso adueñar de esa inmensa riqueza. Él y su canciller, Guillermo de Nogaret, confabularon para acusar a los Templarios de herejía y abolir la Orden.


Esto fue hecho; en 1307, todos los Templarios Franceses, incluido el gran maestre francés Jaques de Molay, fueron arrestados (sólo trece escaparon) y se les "interrogó" bajo tortura o la amenaza de tortura. La conspiración tubo éxito y todos los caballeros confesaron múltiples e increíbles crímenes que iban desde escupir u orinar en el crucifijo a sodomía.Después muchos caballeros retractaron sus confesiones pero era demasiado tarde; el daño a su reputación era renuentemente irreversible.


En 1312 el Papa Clemente V estaba de acuerdo en emitir una bula papal que suprimiese la Orden y sus miembros fueron quemados en la hoguera. El Papa pidió que las propiedades de los Templarios sean dadas a los Hospitalarios
, pero aunque esto se hizo en Alemania, en Francia y Inglaterra la mayoría fueron a la corona.
En España y Portugal la Orden fue refundada bajo nuevos nombres. (Diego Schmets y Daniela Mobrici http://www.los-templarios.com.ar/ )
Caballeros Templarios

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